ANOCHE EN EL CINE-CLUB

La última del señor Woody por cortesía del cine-club Nebrija, "Conocerás al hombre de tus sueños", que en su versión original se llama "You will meet a tall dark stranger", con lo que uno puede deducir que los hombres con los que las mujeres sueñan conocer han de ser "tall dark stranger"... Rubios, pelirrojos, castaños y avellanos del mundo, there's nothing to do. Bajitos... no pienso agacharme para repetíroslo.

Bien, bien... qué podemos decir que no levante las iras de fanáticos o detractores de Woody. Está bien, quiero decir, si al final todas las pelis de Woody están bien... lo que pasa que esto con Woody Allen en los últimos tiempos, más que un piropo, es una crítica. ¡Es que nadie va a admitir que lleva quince años haciendo la misma película, con los mismos jodidos chistes! La película entretiene, pero está lejos de sus mejores obras. Anthony Hopkins está muy bien, junto con Gemma Jones son lo mejor de la cinta. Me desconcierta la moraleja del cuento -es algo que no podrá comprender mi mente científica-. Y sale Naomi Watts...

Está casi demostrado que el señor Woody se ha ido convirtiendo en probablemente el director más predecible del mundo -sólo le superan directores de cine porno y algún que otro director español-. Aún así seguiré viendo sus películas, porque aún siendo lo mismo de siempre -alguien diría la misma mierda de siempre-, ¡su mierda, tío! Es mierda de la buena.

Linkando que es gerundio.

NEDS

La película de esta semana del cine-club, "NEDS", dirigida y escrita por el escocés Peter Mullan -que como actor ganó el Premio al Mejor Actor en Cannes por "Mi nombre es Joe" y cuya película, "Las Hermanas de la Magdalena", fue premiada con el León de Oro en el Festival de Venecia-, ganó la Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de San Sebastián.

El argumento nos coloca en Glasgow, años setenta, con John McGill afrontando el duro cambio de la escuela primaria al instituto. Familia desestructurada -me estoy abonando a esta palabra-, con padre alcohólico y violento y hermano pandillero. John es el estudiante modélico, tan modélico que a veces resulta repulsivo, pero todo esto cambia durante un verano en que con pocas cosas que hacer en la jodida Glasgow de los setenta, empieza a juntarse con los cachorros de la banda a la que pertenece su hermano. Después de ese verano, nuestro pequeño Johnny se convierte en un auténtico badboy, dando rienda suelta a su violencia. Ya sabéis, niños, no os metáis con el gordito empollón del cole, porque el día de mañana puede que os enseñe lo que significa el término "Fist-fucking".

La cosa empieza bien, pero según van pasando las dos horas que dura, al director se le va cada vez más la pinza y lo que podría ser una perfecta historia social, mostrando la dureza del sistema educativo escocés de los setenta, las dificultades de alguien de clase baja para sobrevivir a un sistema clasista, así como para librarse de los pecados de sus familiares, se transforma de pronto en algo completamente surrealista, con esnifes de pegamentos y apariciones divinas; momento a lo Martin Sheen en Apocalypse Now, cuando se está preparando para matar al Coronel Kurtz -incluso en la petición del padre se podría buscar un paralelismo con el personaje que interpretó Marlon Brando en la cinta de Coppola... Ups, momento spoiler-; rollo Lobezno en plan vengador con cuchillos por garras...

Y eso que la primera hora promete, mostrándonos la progresión de como el buen chico se va pasando al lado oscuro; un poco en busca de la aprobación de la manada, otro poco por estar cansado de llevarse los palos, unas veces por venir de donde viene, otras por ser el blanco fácil. Pero luego la cosa se tuerce. Hay como una especie de empatía entre el personaje protagonista y el director, que a los dos se les va completamente la cabeza al unísono. También hay fallos de coherencia: el niño pasa de ser un retaquillo rechoncho a ser un bigardo bastante ancho de hombros desde que entra hasta que pasa a los últimos cursos del instituto, cosa que entra dentro de lo comprensible, pero ¿y su hermana? ¡Qué no crece! Y luego la tía que vive en USA, que es el personaje superfluo que no aporta absolutamente nada a la película.

Posee algunos guiños chulos, eso sí, hay un momento en que aparece el show de los Monty Phyton en la tele -sketch impagable, por cierto- y suenan habitualmente los T-Rex de Marc Bollan.

En fin, que son como dos películas en una. Pero juzguen ustedes mismos: HERE. Hoy en VOS.

27TH CHORUS

San Francisco
San Francisco
You're a muttering bum
  In a brown beat suit
  Cant make a woman
  On a rainy corner

Your corners open out
San Francisco
To arc racks
Of the Seals
  Lost in vapors
  Cold and bleak.

Jack Kerouac, "Book of blues".

Sarah Vaughan - I left my heart in San Francisco

EH... PORQUE...

...todos tenemos algo de lo que avergonzarnos. Partido tostón en el Bernabeu, 1-0 y gracias. Está visto que allí es imposible ver buen fútbol en el último año, deben de tenerlo prohibido o es una especie de maldición. Mourinho, fijo. Algún madridista seguro que está rezando para que el Barça les casque 5 en Abril y ver si así se rompe el mal de ojo.

Sí, el fútbol puede resultar un coñazo y una molestia, pero el ambientillo de los partidos tiene su aquel.Y no hay nada como que te inviten a ver al Celta al Calderón y este se lleve la victoria en el último minuto... ¿Verdad, Gggggruben?

El oscuro pasajero que todos llevamos dentro...

NA PUTU

Pues la semana pasada tuvieron a bien deleitarnos con "Na Putu", "En el camino" en su traducción al castellano, una producción bosnia, dirigida y escrita por Jasmila Zbanic. Por cierto, que el bosnio tiene bastantes palabras en común con el polaco.

La película está bastante bien -últimamente están acertando en el cine-club, ¡inaudito!-. Dos conflictos subyacen. El primero, el conflicto personal de los protagonistas, la decisión entre aceptar el cambio de la otra parte que traerá consigo cambios para nosotros -y no demasiados positivos- o mandarlo a paseo. ¿El amor todo lo puede? Y por otro lado el conflicto, o más bien las secuelas en la mentalidad bosnia, de la guerra serbo-bosnia y el genocidio de la población musulmana a manos de los serbios (Nota aparte: 100 % recomendable la obra de Joe Sacco, "Gorazde: Zona Protegida", uno de mis autores de cómics favoritos), presente en la decisión entre la occidentalización o el acercamiento al movimiento musulmán más ortodoxo. Y cayendo en mi lado más prosaico, que la protagonista, Zrinka Cvitesic, está muy buena.

Yo que vosotros le echaba un vistazo: mire usted por donde que... puede clickar aquí. Sí alguien la encuentra en VOS, ya sabe, mucho mejor, así aprecia las similitudes con el polaco, je je.

EN EL PGRUTA 77

Todo empezó a torcerse cuando, al ir entrar, el puerta nos dijo que no tocaban los Meteors, porque no les había dado la gana, y que había dos opciones; o bien nos devolvían la pasta de la entrada o bien nos devolvían 8 euros y veíamos al resto de grupos. Bueno, ya que estás allí, aunque los deseados fueran los Meteors, el resto no dejaba de ser un buen concierto. Y vamos a la taquilla y no se muy bien cómo, nos hacen una especie de truco del tocomocho, variante bla bla, y habiendo visto como la tía usaba un boli para tachar el 20 y poner 12, hacen como que se lían con el cambio y... nos sueltan que las entradas ya estaban marcadas... ¡Hostia, sí las acabas de marcar ahora! Tras varios minutos de discusión y de ver como nos habían timado en la jeta y empezar a ser consciente de que la única salida que iba quedando era liarse a hostias... pues nada, pasamos y nos metimos la concierto de muy mala hostia. A ver si un día sale ardiendo el Gruta.

Y el concierto... pues después del calentón y la mala hostia que se nos quedó, la verdad que bastante bien. Comenzaron The Silver Shine, un grupo húngaro de psychobilly, con un guitarrista posturitas -eso de mira como me molo haciendo el sólo de guitarra que te he visto que me enfocabas con la cámara queda un poco triste- y una contrabajista con un cierto aire a Kirsten Dunst, hasta tierna, mira tú, pero que le daba unas hostias y una caña impresionante al contrabajo.

Después los alemanes The Koffin Kats, más psychobilly acelerado, que en un momento dado, no se a dónde demonios estaba mirando -probablemente a una chica con look pin-up-, se intercambiaron guitarra y contrabajo como por arte de magia. La verdad es que sonaban muy cañeros.

Y finalmente, Long Tall Texans. A estos les conocía previamente -creo que incluso he pinchado algo suyo alguna vez-. Menos pyschobilly y más rockabilly. Después de la caña de los otros dos, me resultaron un poco pastosos -mi vena punk-, pero lo cierto es que lo que hacen no está nada mal y se marcaron una versión de Should I Stay or Should I go, que eso siempre me gana...

Así que ná. Ahora ando debatiéndome si volver algún día al Gruta -gran putada que sea de los pocos sitios que programan conciertos que me molan de forma regular- o no. En fin, estoy en ese punto en que si resucitasen a los Ramones y les llevaran a tocar... me lo pensaba muy mucho si aparecer por allí.

Y a estas alturas no se todavía por qué no tocaron los Meteors, poniendo la oreja escuché no se qué de que el bajista se había bajado el día de antes del escenario por una bronca ¿entre ellos? ¿con alguien del público? Ni idea. Pero jode. Tanto que hoy no hay canción.