martes, 15 de noviembre de 2011

ALCINE 1: EL MAL AJENO

O el mal propio por tener que tragarse este pretencioso "quiero y no puedo".

Primer largo del director bilbaíno Oskar Santos, producido por Alejandro Amenábar y cuyo guión está firmado por Daniel Sánchez Arévalo ("Azuloscurocasinegro", "Gordos" y "Primos"); y que a decir verdad, se podía haber esmerado un poquito más.

"El mal ajeno" nos planta a Diego, un House patrio -con su caspilla y todo- de la unidad de dolor, completamente ajeno a los dramas que se desarrollan a su alrededor entre sus pacientes. Gente bien, en medio de un proceso de divorcio, porque si algo nos enseña el cine español, es que la clase media-alta española es muy infeliz en su matrimonio... Todo cambiará el día en que a nuestro atribulado protagonista le mete plomo un novio, también atribulado, que culpa a Diego del intento de suicidio y posterior coma de su amada. ¿Y el novio? Bueno, se suicida. Diego cambia... se vuelve más humano... Pero también recibe... El Don... Que lo convierte en una especie de mesías curando a los enfermos con sólo tocarles... Y así progresa la película, mientras el personaje protagonizado por Belén Rueda, que es la mujer del suicida, que no la novia -¡Oh, es qué esta película es una montaña rusa de emociones!- va descubriendo una nueva faceta de la vida de su esposo que no conocía. Y llegaremos al final, el culmen del film, cuando Diego se hará consciente de que todo yin tiene su yang y que todo poder tiene su parte negativa...

En fin... La película cuenta con los, probablemente, dos actores más inexpresivos del cine patrio: Eduardo Noriega y Belén Rueda -¡¡¡pero qué la ven???-. Aparte de ser una especie de refrito de muchas películas y tener un guión paupérrimo, con sus chistes jocosillos de reunión familiar, y sus partes completamente deslavazadas. Al final resulta una película tan previsible como si fuera un film basado en la pasión de Cristo... Qué siempre hay quien te hace un spoiler.

Conclusión, que si sois de esas personas que les gustaba perder horas de su vida viendo los Serrano -por poner un ejemplo- en vez de daros a las drogas duras... Es vuestra película.