domingo, 29 de junio de 2014

¡REEDITAD A WILLY!

Esto es un erial más que un blog... Y podría decir que... me redimiré, pondré esto al día... eh... publicaré más... Nunca más... Lo de dejar esto como erial, no nunca más publicar... Pero viniendo hoy a hablar de un yonki... todo sonaría a excusas más o menos bienintencionadas... Como el hecho de que esto lleva medio escrito desde el 5 de febrero... ¿Y has visto que bien quedan los "..."? ¿Quién me creo que soy? ¿Céline? Retomando...
¡Y es que este año es el centenario del nacimiento de William S. Burroughs! ¡Nuestro yonki favorito! ¡Nuestro marica favorito? Ese trono aún lo conserva Truman Capote. A modo de pensamiento recurrente en los última tiempos... me he estado dando cuenta de que sólo leo a cuatro tipos de escritores: yonkies, borrachos, maricas y/o filonazis... Y casi todos muertos... Palahniuk, ¡díñala! Que me jodes la estadística y... leída tu última novela "Condenada", no se pierde mucho... 


Eh... Así que, por eso de las onomásticas, espero que las editoriales se pongan las pilas como están haciendo con el bueno de Kerouac y reediten obras extrañamente descatalogadas dada su fama "La Máquina Blanda", primera parte de "La trilogía Nova" o más desconocidas como "Las últimas palabras de Dutch Schultz" o las obras que completan Nova: "El ticket que explotó" y "Nova Express". Me volaron unas cuantas que tenía localizadas en todocolección y ebay, así que espero paciente mi ración de sordidez al cut-up, editores del mundo castellano-parlante. Lo último que leí de Will en enero metido otra vez en el universo beat fue "Las cartas de la ayahuasca", libro espistolar bastante corto donde Burroughs le relata a Allen Ginsberg sus andanzas por Centro y Sudamérica en busca de la preciada planta.  Escritas tras el periodo en Ciudad de México que supuso la redacción de "Marica" llamado "Queer" en la edición original y en la edición definitiva lanzada por Anagrama el año pasado... la corrección política en el lenguaje aplicada a modo de enema, el libro sirve para ir descubriendo lo que luego serán lugares comunes en el imaginario propio del de Saint Louis.

Por cierto, con respecto a Kerouac, varias editoriales se han lanzado a reeditar obras difíciles de conseguir en librerías de viejo: "El viajero solitario" y "Visiones de Cody", que se suman a "Big Sur", "Doctor Sax", "Tristessa" y alguna otra más fuera del catálogo de Anagrama. Ahora solo queda que se animen con "Ángeles de desolación".