UNA NOCHE CON LOS FERDINAND

Lo primero que hice cuando llegué de Varsovia en Diciembre -quitando lo de pasar por casa a dejar la maleta e ir a recoger la entrada de Doctor Deseo- fue subir a la uni y pillar , vía internet, las entradas para The Killers y Franz Ferdinand -me había quedado sin entrada cuando tocaron en Polonia-. Casi cuatro meses de espera y estos últimos no defraudaron en absoluto.

Empezó Kissogram: guitarra, sintetizadores y batería desde Berlin. Para mi gusto bastante aburridos.



Tras los soporíferos llegó el turno de Mando Diao, quienes no desaprovecharon la ocasión para calentar el ambiente.



Y a las 11 comenzaron los Ferdinand. Mejor sonido que el día de The Killers, más botes -entre los que me muevo comodamente acercandome cada vez más al escenario-, guitarras más afiladas, melodías más bailongas... las comparaciones son odiosas. Kapranos y los suyos mostraron que son una banda de Rock con mayúsculas. Tal vez flojean un poco los nuevos temas, pero los clásicos de sus dos discos anteriores impiden que la cosa decaiga. Mereció la pena la espera.