LOS FLESHTONES
Y allá que fuimos. Hubo algo del sonido que no me convenció -y eso que la sala tiene buena acústica-, al principio los coros sonaban casi más altos que la voz del cantante, pero según fue pasando el concierto, la cosa fue ganando un poquillo en intensidad y calidad de ecualización. Y aunque el concierto estuvo bien, fue un poco frío. Hubo un medio incidente con uno de los freaks-brasas típicos de la Aldea y no se si fue por eso; o por la sala; o porque a veces a este tipo de grupo les da por firmar el expediente y poco más, pero no llegaron a sonar excelentes.
Pero bueno, que poder ver a unos clásicos como los Fleshtones a poco más de cinco minutos de mi casa, a 12 pavos, como que no está mal. Y la sala promete más, con unos Discípulos de Dionisos, Guadalupe Plata y Muck and The Mires en un par de semanas.
Como teloneros contaron con el nuevo proyecto del Flecha -músico sempiterno de la escena aldeana-, Gizzard. Rock psicodelico y sonidos setenteros que sonó pero que muy bien -tengo la impresión de que incluso mejor que los Fleshtones-.