LOS FLESHTONES

Lo cierto es que cuando la noticia saltó hace un par de semanas sorprendió a propios y extraños, los Fleshtones, una de las bandas míticas del garage ochentero, iniciaban su gira en la Aldea. En El Sueño de Lola -los extintos cines Cisneros y sala nada roquera- era donde la banda neoyorquina iba a dar el pistoletazo de salido a su gira española. Y tal evento no se lo podía perder su sufrido héroe... yo.

Y allá que fuimos. Hubo algo del sonido que no me convenció -y eso que la sala tiene buena acústica-, al principio los coros sonaban casi más altos que la voz del cantante, pero según fue pasando el concierto, la cosa fue ganando un poquillo en intensidad y calidad de ecualización. Y aunque el concierto estuvo bien, fue un poco frío. Hubo un medio incidente con uno de los freaks-brasas típicos de la Aldea y no se si fue por eso; o por la sala; o porque a veces a este tipo de grupo les da por firmar el expediente y poco más, pero no llegaron a sonar excelentes.



Pero bueno, que poder ver a unos clásicos como los Fleshtones a poco más de cinco minutos de mi casa, a 12 pavos, como que no está mal. Y la sala promete más, con unos Discípulos de Dionisos, Guadalupe Plata y Muck and The Mires en un par de semanas.

Como teloneros contaron con el nuevo proyecto del Flecha -músico sempiterno de la escena aldeana-, Gizzard. Rock psicodelico y sonidos setenteros que sonó pero que muy bien -tengo la impresión de que incluso mejor que los Fleshtones-.

HABEMUS CINECLUB

Retomando viejas costumbres, no tanto ir al cine-club, como el hecho de retomar las críticas. La semana pasada, la primera del año, "Habemus Papam", dirigida y escrita por Nanni Moretti -que también se reserva un papel como actor-.

El Papa ha muerto y los cardenales se reúnen para elegir, bueno, ya saben, para recibir la inspiración divina de Dios en su elección y toda esa parafernalia. El caso es que tras la fumata blanca, justo cuando el nuevo Papa, el cardenal Melville -interpretado por Michel Piccoli-, va a ser anunciado ante los fieles que se agolpan en la plaza de San Pedro, a este le da un ataque de pánico y huye despavorido. Para contrarrestar los miedos del nuevo Santo Padre hacen traer a un psicoanalista -Nanni Moretti- al vaticano, que se ve obligado a permanecer en la Santa Sede hasta que se anuncie al mundo el nombre del... me he quedado sin sinónimos para el Papa. El caso es que el psicoanalista no logra avanzar demasiado con el Papa, así que el portavoz lo saca a escondidas y lo lleva a visitar a la mujer del psicoanalista, que a su vez es psicoanalista -y que tiene una pequeña obsesión con el déficit de atención parental en palabras-. Aprovechando la visita al exterior, el nuevo Papa se escapa. Así que por un lado tenemos en la película los recorridos por Roma del nuevo Pontífice -otro sinónimo, ¡jolgorio!- buscando dentro de sí aquello que le atenaza; y los experimentos y discusiones que se trae el psicoanalista con los cardenales mientras ha de permanecer encerrado junto a estos.

La película no está mal, aunque no consigo pillarle todo el gusto al humor italiano. La historia del psicoanalista dentro del Vaticano tiene un punto surrealista que a veces gusta y a veces rechina, pero es la parte más divertida de la cinta.Y la historia del cardenal Melville buscándose a sí mismo... bueno, digamos que el mejor momento es ese homenaje que se pega al teatro de Chéjov.

EN LOGROÑO

La calle famosa, la que cualquier foráneo que haya pasado por Logroño te recomendará, es la calle del Laurel. Pero en la calle San Juan uno también se puede mamar a base de vinos y degustar pinchos de calidad. Desde zapatillas de jamón serrano con tomate, a pinchos de tortilla a un euro -con picante o sin picante-; pimientos rellenos de las formas más variadas; tostas con huevo de codorniz y boletus; magret de pato con salsa de frambuesa; brochetas de sepia a la plancha; o croquetas de pulpo. Y todo regado con vino de la región, crianza o añada.

Lo bueno de Logroño es que allí, a diferencia de la Aldea, donde la cantidad en la tapa se ha ido imponiendo a la calidad, abunda el pincho elaborado. Lo bueno de Logroño es que, también a diferencia de la Aldea, abundan las cafeterías donde poder tomarse un café tranquilamente. Lo bueno de Logroño, también dándole la bofetada a la Aldea, es que allí las zonas peatonales son peatonales, o por lo menos así lo aparentan durante el fin de semana, que en la calle Portales, equivalente a la calle Mayor de la Aldea, no se ven las manchas de grasa producidas por un incesante flujo de camiones y furgonetas de reparto durante los laborables, ni las bolsas de basura y cajas con que los comercios suelen adornar la calle Mayor a partir de la hora de cierre.

Y es que cada vez que salgo fuera y vuelvo luego a la Aldea, la veo más sucia, cutre y casposa. Ya no ha quedado ni para mostrar algo de orgullo provinciano.

VIGO IN MY MIND

El puerto.


O Casco Vello


Más Casco Vello.


O Berbes -o lo que va quedando-.


El Sireno.

ENEMIGOS

Yo este finde lo he pasado en Logroño, bebiendo mucho vino, tomando muchos pinchos y... viendo a Los Enemigos.

Como teloneros tenían a Slim Cessna's Auto Club. Unos tipos con un rollito raro, entre predicadores y vaqueros a lo Brokeback Mountain. Tocaron sólo una hora y se me hizo eterno.

Y después salieron Los Enemigos. Sólo temazos o grandes clásicos. Comenzando con "John Wayne" y repasando casi toda su discografía -que del "Sursum Corda" no se tocaron nada-. Me supo a poco que del Ferpectamente sólo se tocaran "Complejo" y una versión muy "bluesificada" de "Fuagrás", me esperaba alguna de las instrumentales y ná. 

El set-list:

John Wayne
Brindis
Esta mañana he vuelto al barrio
¿Por qué yo?
Por la sombra
Señora
Desde el jergón
Ná de ná
La carta que no
Quillo (he vuelto a nacer)
No amanece en Bouzas
Dentro
Sr. Correcto
Miedo
Fuagrás
La otra orilla
Septiembre
Yo, el rey
La cuenta atrás
Alegría
Qué bien me lo paso
An-tonio
Todo a cien
Complejo

Cerca de dos horillas de concierto que se me hicieron muy, pero que muy cortas. En general sonaron muy bien, potentes como siempre, aunque en algún tema me dio la impresión que aun queda máquina que engrasar.

X X X

Siendo quienes son, uno hubiera podido esperarse un aniversario a lo porno duro. Y casi... porque en La Iguana -sitio minúsculo- no cabía ni un alfiler y el sonido fue atronador. 30 temas para 30 años. Viaje relámpago a Vigo y oídos zumbantes. Alguna sorpresa entre el setlist y calentando motores para ver a Los Enemigos esta semana.

Y el setlist, por cortesía de Collage.