RIGA EXPERIENCE
Riga. El primer día se me calaron dos veces las zapatillas. De hecho, la segunda vez se puede decir que mis pies flotaban. Desde entonces creo que arrastro una especie de catarro y algo de fiebre. Y ampollas. Llovió, llovió, llovió, pero también hubo sol... cervezas en terrazas, ver el Atleti en una cervecería y sensación de que el verano se acaba. La vuelta un horror: el avión despegó de Riga a la hora que se supone debía aterrizar en Wawa.
En Varsovia tenemos uno parecido -¿Como qué tenéis? Dirás: Tienen-. Pero más largo, más gordo... ¡Estamos hablando de arquitectura, que no cunda el pánico!
Esto es desde la torre de San Pedro. Y lo que se ve, principalmente, es la catedral Dome. Hacía un viento de pelotas y pensé que perdía la cámara.
Esta va dedicada a Paulino: "Que una mala perspectiva no te impida sacar a la tía buena de turno"; que siempre se me anda quejando que en mis fotos no sale gente -jamonas, no nos engañemos-. Ayer, un polaco casi se molesta porque dije que el porcentaje de tías buenas en Letonia es mayor que en Polonia... yo lo intenté arreglar diciendo que, hombre, también es mucho mayor que en España... Eh... ups... ahora es cuando todas las lectoras de este blog se mosquean. La estatua está dedicada a los 'Tiradores Rojos Letones', un grupo de letones -nada de rimas fáciles- que participó entre otras cosas en la revolución bolchevique -oh, sí, vuelvo a no documentarme como es debido.
La primera de Art Nouveau. La gran mayoría son de Mijail Eisenstein, el padre de Sergei ("La Huelga", "El acorazado Potemkin", "Octubre"...).
La de antes no me acuerdo, pero esta es seguro que es suya -¡Documéntate!
Y esta creo que también. -¡Docu... - El tipo del fondo. Sí, tú... ya lo se.
Y en esta plaza, Ratslaujums, pase horas muertas leyendo. Me sobró como un día para ver Riga, así que me dediqué a zanganear con un libro en la mano, viendo pasar ja... gente.
Y otra vista parcial desde el otro lado del río. Volvería, pero acompañado, que lo de viajar sólo tiene sus inconvenientes.
Y esto es parte de la Riga Experience. Ahora: ando metido en el laboratorio, viendo como llueve fuera, en la gris Varsovia -pero con su encanto- y pensando que esta noche me la tomo de relax: una peli, cerves y galletas con chocolate y relleno de mermelada.