Y MÁS ROCK EN EL SOL

10 y media pasadas en la Sala El Sol. Jorge Martínez, Alejandro Blanco y Jaime Belaustegui, Ilegales, hacen su aparición sobre el escenario. Jorge, armado con una Les Paul -también uso una Stratocaster-, conecta el cable de la guitarra y afina durante unos instantes. Empieza el concierto más cafre de la semana. A sus pies, tres hojas llenas de títulos, marcan el posible guión de la noche, porque en los conciertos de Ilegales, la cosa funciona así: tienen un set-list enorme y eligen qué tocar según les parezca, convenga o pida el público. Alguien grita: '¡Destruye! ¡Destruye!", y Jorge, con esa voz de tío chulo -porque él puede, qué cojones-, contesta: "Esa la dejamos para el final, porque conociéndoos, sois capaces de tirar abajo la sala". No va desencaminado: al final del concierto, por el escenario ruedan cascos de botellas vacías, hay vasos rotos y los monitores están completamente descolocados. Repertorio: alguna canción de los últimos discos, clásicos como el 'Hola mamoncete', 'La chica del club de golf', 'Agotados de esperar el fin', 'Eres una puta'... y hasta el 'Heil, Hitler!' dedicado a los tiempos que corren: 'Manda cojones, que yo, tan poco sospechoso de ser pro-islamista, tenga que decir esto'. Los pogos se vuelven salvajes según avanza el concierto y más de uno besa el suelo mientras se oye 'El norte está lleno de frío. Y siempre llueve en domingo. La policía está en peligro. Y siempre hay detenidos". Con el 'Destruye' llega el apocalipsis y el grupo se retira momentaneamente. "Fin" de concierto. Tras la vuelta para los bises de rigor, Jorge relata a lo que se han estado dedicando los últimos meses -gira por México, etc- y presenta el nuevo proyecto que tienen en paralelo con Ilegales: 'Los magníficos'. Tras ello tocan 'La casa del misterio' y 'Trouble' de Elvis. Luego Jorge se queda sólo sobre el escenario y ejecuta 'Tiempos nuevos, tiempos salvajes"; la banda vuelve y ... aquí es donde en mi cerebro hay un lapsus, creo que tocaron 'Dextroanfetamina' y acabaron con una segunda toma de 'Destruye'. Pero el oxígeno era escaso y las hostias abundantes. 2 horas sin parar.