CHUSTA EN EL CB

Hace un par de años, en la sección de Pantalla Abierta a Nuevos Realizadores del festival de cine de Alcalá, Alcine, proyectaron el primer largo de Javier Rebollo, "Lo que sé de Lola", con Lola Dueña como protagonista. La película era extraña, basada más en imágenes que en diálogos. Ayer en el cineclub proyectaron "La mujer sin piano", segunda película del director madrileño, con Carmen Machi como protagonista. Ambas películas compitieron por la Concha de Oro del festival de San Sebastián y esta última se ha llevado la Concha de Plata a la Mejor Dirección. Pero si la primera aún tenía algo de dinámica, esta última es el culmen de la pedantería y el gafapastismo. No hay que buscarle el sentido a la sucesión de imágenes y situaciones deshilachadas, porque no lo tiene. 8 horas, condensadas en 95 minutos, en la huida frustrada de la rutina de un ama de casa interpretado una Carmen Machi que cae en su registro habitual. Una especie de jornada 'joyciana' pero con mucho menos gracia y bastante soporífera. Insufrible.