CUANDO ANDUVIMOS EN CÁDIZ

Pues no se muy bien porqué -bloqueo mental, procrastinación, vagancia habitual, inconsistencia, etc, etc-, pero esta entrada llevaba como empezada desde enero. Y creo que la única forma de acabar estas cosas es dando un par de ligeros apuntes sobre Cádiz y a otra cosa -Tarifa, Cabo Trafalgar, Bilbao, aquella serie nunca acabada sobre Frisco...-:

1- No es recomendable cruzar las avenidas corriendo por sitios indebidos. Puedes no ver un ojo de gato, sentir como la parte interna de tu pie toca momentáneamente la parte interna de tu pierna, estar a punto de caerte y tirarte después casi dos semanas con un pie bastante negro e hinchado. Eso sí, eso no debe impedirte salir a tomarte unas cerves, así como unos cubatillas.

2- En la plaza de las Flores -que creo que no se llama así- hay una freiduría fetén. Creo que se llama "Las Flores", esa costumbre que tiene la gente de poner nombres por ciencia infusa.

3- Por alguna extraña razón, el casco viejo de Cádiz me pareció -no sólo a mí- de los cascos viejos del mundo con menos vida nocturna -y en general- que he visto -no tantos como querría-. Puede que influyesen las fechas: puente de la Constitución.

4- Con todo ello, no me importaría volver.

Playa de la Victoria.

El malecón.

La catedral de Cádiz.

Dentro de la Bahía.

El fuerte de San Sebastián.

Otra vista de la ciudad.

La Puerta de Tierra.