STRAYCAT
Me he despertado a las 9 de la mañana con la garganta inflamada, me costaba tragar y me dolía. Tras pasar por el baño, vuelta a la piltra hasta las 10, cuando ha sonado el despertador. 20 minutos perreando bajo las sábanas y a eso de las 11 menos diez he salido de casa camino de la estación. Atocha, Méndez Álvaro y metro Oporto. El Gruta 77. Ese pequeño agujero de 30 por 20 que hace de taquilla, un intercambio de ‘papeles’ y dos entradas para Wilco Johnson y otras dos para Josele Santiago en mi poder.
De Oporto a Ópera, dónde me asalta una del Círculo de Lectores, huyo sin explicarle que yo cuando quiero un libro voy y me lo compro y que en el Círculo como que no hay nada que me interese. Y de Ópera a Escridiscos a ver a cuanto estaban las entradas de los Who (No lo se, no lo he visto).
Luego en FNAC… y me he cortao, que he pasado de pillar libros, que no tenían ningún disco de Doctor Deseo y… y… Pero en la sección de comics ha ocurrido de nuevo, esa pasión desatada que me lleva a coger este, que es el que venía a buscar (“300” de Frank Miller), este otro, que este tipo mola (“Balada de la Costa Oeste” de Tardi), y ¡este otro!, que llevo buscándolo un año porque se había agotado la edición (”Como un Guante de Seda Forjado en Hierro” de Daniel Clowes). Y me he cortado, porque un Crumb me ha sonreído lascivamente, un par de Bagge me han susurrado cositas al oído y otro Clowes me ha prometido noches de lujuria y pasión.
Luego me he ido en busca de cuerdas para la guitarra, con la esperanza de tener una guitarra como mandan los cánones: con 6 cuerdas, 6. Y no las 5 que le quedan medio sanas. Y en vez de empezar por la zona del Teatro Real y acabar en el Congreso, lo he hecho al revés y he podido ver como iban cerrando tiendas musicales a mi paso. Así que sigo sin 4ª.
Y luego callejeando, tras salir de la calle Cuchilleros miro a una chica y… y… es ella, la Lola, Lola Dueñas. La miro según pasa a mi lado y ella me mira y sonríe seguramente pensando: “Sí, soy yo, soy Lola Dueñas, me has reconocido”. Y tras pasar a mi lado no puedo hacer otra cosa que girar mi cabeza y mirar como ese culo perfecto que tiene se aleja contoneándose. Suspiro. Y que sea la tercera vez que me la encuentro por casualidad en menos de 4 meses… ¿debe tener algún sentido, no? ¿No? ¿No? No. Sniff, sniff.
En Tirso de Molina he tirado hacia Lavapies, en busca del Melo’s, que estaba cerrado, pero con el dueño dentro cortando queso de tetilla, preparativos para las zapatillas. Y paso tras paso, callejeando como el ‘straycat’ que soy y rechazando ofertas para pillar, he llegado al Reina Sofía, de allí a Atocha y vuelta en tren, leyendo “La música del Azar” de Auster. Las 5 primeras líneas de la página 123:
“…vuelta a sus cartas ocultas, pero incluso cuando las tres estaban al descubierto, era difícil saber por su expresión si había ganado o perdido.
-Tengo estos dos ochos –dijo-. Y luego tengo este diez (dándole la vuelta) y este otro diez (dándole la vuelta)…”
Y estas son las 5 primeras líneas de la página 123 de los otros que me estoy leyendo:
De “Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta” de Bukowski.
“CASAS Y CALLES OSCURAS
una de mis mayores debilidades es perderme.
siempre me estoy perdiendo, sueño con que
me pierdo, y de ahí el temor que tengo a ir
a otros países: la posibilidad…”
De “En el principio… fue la línea de comando” de Neal Stephenson, que os podéis bajar aquí.
“…preguntas habituales disponibles tenía que ver con mi problema, salvo una titulada “Tengo problemas al instalar NT”, que parecía escrita por publicistas, no por ingenieros.
Así que me rendí, y hasta el día de hoy no he instalado Windows NT en ese ordenador. Para mí, el camino de…”
Y ahora, mientras escribo y suena Doctor Deseo en los altavoces del portátil, dos litros de cerveza me esperan en la nevera, dispuestos a distraerme la tarde.
De Oporto a Ópera, dónde me asalta una del Círculo de Lectores, huyo sin explicarle que yo cuando quiero un libro voy y me lo compro y que en el Círculo como que no hay nada que me interese. Y de Ópera a Escridiscos a ver a cuanto estaban las entradas de los Who (No lo se, no lo he visto).
Luego en FNAC… y me he cortao, que he pasado de pillar libros, que no tenían ningún disco de Doctor Deseo y… y… Pero en la sección de comics ha ocurrido de nuevo, esa pasión desatada que me lleva a coger este, que es el que venía a buscar (“300” de Frank Miller), este otro, que este tipo mola (“Balada de la Costa Oeste” de Tardi), y ¡este otro!, que llevo buscándolo un año porque se había agotado la edición (”Como un Guante de Seda Forjado en Hierro” de Daniel Clowes). Y me he cortado, porque un Crumb me ha sonreído lascivamente, un par de Bagge me han susurrado cositas al oído y otro Clowes me ha prometido noches de lujuria y pasión.
Luego me he ido en busca de cuerdas para la guitarra, con la esperanza de tener una guitarra como mandan los cánones: con 6 cuerdas, 6. Y no las 5 que le quedan medio sanas. Y en vez de empezar por la zona del Teatro Real y acabar en el Congreso, lo he hecho al revés y he podido ver como iban cerrando tiendas musicales a mi paso. Así que sigo sin 4ª.
Y luego callejeando, tras salir de la calle Cuchilleros miro a una chica y… y… es ella, la Lola, Lola Dueñas. La miro según pasa a mi lado y ella me mira y sonríe seguramente pensando: “Sí, soy yo, soy Lola Dueñas, me has reconocido”. Y tras pasar a mi lado no puedo hacer otra cosa que girar mi cabeza y mirar como ese culo perfecto que tiene se aleja contoneándose. Suspiro. Y que sea la tercera vez que me la encuentro por casualidad en menos de 4 meses… ¿debe tener algún sentido, no? ¿No? ¿No? No. Sniff, sniff.
En Tirso de Molina he tirado hacia Lavapies, en busca del Melo’s, que estaba cerrado, pero con el dueño dentro cortando queso de tetilla, preparativos para las zapatillas. Y paso tras paso, callejeando como el ‘straycat’ que soy y rechazando ofertas para pillar, he llegado al Reina Sofía, de allí a Atocha y vuelta en tren, leyendo “La música del Azar” de Auster. Las 5 primeras líneas de la página 123:
“…vuelta a sus cartas ocultas, pero incluso cuando las tres estaban al descubierto, era difícil saber por su expresión si había ganado o perdido.
-Tengo estos dos ochos –dijo-. Y luego tengo este diez (dándole la vuelta) y este otro diez (dándole la vuelta)…”
Y estas son las 5 primeras líneas de la página 123 de los otros que me estoy leyendo:
De “Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta” de Bukowski.
“CASAS Y CALLES OSCURAS
una de mis mayores debilidades es perderme.
siempre me estoy perdiendo, sueño con que
me pierdo, y de ahí el temor que tengo a ir
a otros países: la posibilidad…”
De “En el principio… fue la línea de comando” de Neal Stephenson, que os podéis bajar aquí.
“…preguntas habituales disponibles tenía que ver con mi problema, salvo una titulada “Tengo problemas al instalar NT”, que parecía escrita por publicistas, no por ingenieros.
Así que me rendí, y hasta el día de hoy no he instalado Windows NT en ese ordenador. Para mí, el camino de…”
Y ahora, mientras escribo y suena Doctor Deseo en los altavoces del portátil, dos litros de cerveza me esperan en la nevera, dispuestos a distraerme la tarde.
7 Comentarios de propios y extraños:
dos litros? joder, llamame y llevo otros dos
A mí me falta la 1ª cuerda, me falta un FNAC cerca de casa, me falta motivación para leer más, me falta pillar algo y quizás un culo como el de Lola Dueñas.
Vaya post más largo, chico gris...me dejas sorprendida. Claro que algunas de esas lineas son de otros, pero aún así....
¿Tienes guitarra?? ¿Y la tocas?? Pero como no habias dicho nada de eso antes!!!
Y lo de Lola Dueñas, yo que soy mujer estoy convencida que es que va a por ti, te tiene controlado y se hace la encontradiza.
Yo quiero vivir en Madrí
Y no en este cacho mierda flotante....... grrrgmmññññ
La próxima vez que busques cuerdas de guitarra, ve a la calle San Pedro, nº 7, hombre, al ladito del Reina Sofía. Aunque el padre de mi colega Juanmi le hacía guitarras a Eric Clapton, no por eso son más caras. Algún día acabaremos por encontrarnos en el Gruta, pero no lo sabremos ;)
canichu... esos litros siguen esperando en la nevera, bueno, ya sabes el resto de la historia
agnóstico... en lo del culo coincidimos
duna.... vale, la próxima vez escribo un telegrama. Lo de tocar la guitarra... yo no lo definiría como tocar música.
as... Madrí mola, pero tener el mar al lado también.
pcbcarp... me apunto la dirección.
me encanta lola dueñas y envidio su culo, si lees mi última entrada, entenderás mi decadencia progresiva hacia las cartucheras y el culo plano. un abrazo
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