HE REGRESAAAADO

De hecho me conecté ya ayer, pero andaba con resaca. El domingo noche fue un poco killer, quedé con Rubén para tomar unas birras y acabamos cerrando La Panadería tomando chupitos de Jack Daniels... medicina, por supuesto.

La operación fue bien. Ahora veo bien de lejos por el ojo derecho mientras el izquierdo vive en un mundo borroso. Hasta el 17 de Agosto, que me lo operan. Y tengo que dar gracias, porque si llego a esperar al doctor que me operó el derecho me tiro hasta Septiembre. Se iba de vacaciones. Cosa que no está tan mal... porque hasta que no vuelva no hay posibilidades de que me de el alta... jeje. Pero por otra parte todos los viajes que tenía pensados para el verano se van a la mierda. Ya tendré tiempo después de Septiembre.

Estuvo divertida la operación. Resulta que en los quirofanos tienen puesto hilo musical y mientras me hurgaban en el ojo sonaba: "A Dios le pido, que si me muero sea de amor...". Muy apropiado en un quirófano. Hubo partes un tanto surrealistas. Una vez que ya me tenían en la mesa de operaciones, al médico le dió por querer asegurarse en cuanto al tamaño de la lente que tenían que implantarme, así que me bajaron a la primera planta, a oftalmología para mirarlo. Así que vestido con la bata, con el suero puesto y el ojo derecho completamente cubierto de betadine me dieron un paseo por el hospital en silla de ruedas. Y el preparatorio fue una sucesión de gotas para dilatarme la pupila, betadine, una vía intravenosa, electrodos para monitorización y yo... esperando el maravilloso momento del sedante, es que la anestesista me dijo que primero te daban un sedante para que te tranquilizases y tal... pero nunca llegó... sí, parezco un yonki, pero quería mi sedante. Una vez que ya me iban a operar me metieron la anestesia, un pinchazo en el párpado inferior mientras te dicen que muevas el ojo hacia arriba, hacia abajo, hacía la derecha, hacía la izquierda... mientras vas notando que ves cada menos con ese ojo. Luego te colocan una cosa llamada balón, que lo que hace es apretarte el ojo. Y cuando te lo quitan ya no ves absolutamente nada, ni sientres ni padeces, no sabes si tienes el ojo cerrado, abierto, a la virulé... Y entonces empieza el espectaculo. Te ponen un tubo de oxigeno en la barbilla (para que no te agobies, literal) y te tapan entero. La verdad es que no sientes nada, pero a la retina le sigue llegando algo de información, así que mientras te operan ves como una especíe de luz tenue danzando en tu ojo, está divertido, y la maquina mientras te aspiran la catarata y te meten la lente (creo, porque no me dijeron nada, cuando me operen el izquierdo les voy a decir que me vayan informando de lo que me hacen) suena como un instrumento musical, los que hayan jugado al Prince Of Persia (juego mítico) se pueden hacer una idea. Tras la operación me taparon el ojo y me pusieron un cédula, así que me tiré todo el lunes a lo pirata. El martes me lo quitaron, abrí el ojo y... veía. Bueno, ví después de que el médico me quitase los legañones que se me fueron acumulando.

Así que todo bien. Esperando a la próxima y disfrutando de mi nueva visión. Ahora el mundo brilla, literalmente. Y tiene sus ventajas: los culos se ven mejor y más lejos, jeje.