martes, 15 de agosto de 2006

COLEGAS

Si tuviese que jugarme el cuello por un colega, únicamente lo haría convencido ciegamente por 5 de ellos (ellos y ella). Parte de ellos son lo que llamo el núcleo duro, que es básicamente los que quedamos para salir los fines de semana hace un par de años después de la desbandada que supone... el tiempo. Los del núcleo duro saben quienes son, demasiadas cervezas y un bitter en La Parada, quemaduras en los brazos y viajes en coche rondando el arcén. Y los que no forman el núcleo duro la mayoría de las veces han estado ahí.

Eso no quita para que uno tienda hacia su naturaleza. Y la mía es soltar la mayoría de cosas que me pasan por la cabeza. Frases inoportunas, alguna que otra puya... pero siguen ahí.

Ante todo, y por encima de todo, ellos.

6 Comentarios de propios y extraños:

Blogger Pat Robles soltó...

Entonces igual que yo.
El núcleo duro y en dentro, la lava, con sus ataques dialécticos y su mal humor.

¿De Alcalá? Yo estudio allí :)

Besos.

15 de agosto de 2006, 4:53  
Blogger mimismidad soltó...

Sí, pero a los amigos se los acepta como son y nos aceptan como somos. Naturalmente hay discusiones, enfados... pero pasan y ahí sigue lo que tú llamas el núcleo duro. Tener amigos es el mayor privilegio, vale la pena esforzarse para conservarlos.

15 de agosto de 2006, 9:18  
Blogger Canichu, el espía del bar soltó...

las juergas vencen los roces... nos aplicamos cierto título de uno de tus mitos: ante todo mucha calma

15 de agosto de 2006, 11:16  
Blogger EL CHICO GRIS soltó...

cecilia lisbon, al fin me he acordado de que me sonaba el nombre, la prequeña de los lisbon, virgenes suicidas.

mimismidad, cierto, aunque a veces desearias cortarles el cuello, je, je

canichu: que bien lo sabe usted

15 de agosto de 2006, 13:14  
Blogger mimismidad soltó...

Hombre, tanto como cortarles el cuello...
Pero mira, las que les aguantamos nosotros por las que nos aguantan ellos...

15 de agosto de 2006, 13:33  
Anonymous Anónimo soltó...

Jorge Bucay escribió en uno de sus libros que, en su opinión, había dos momentos en la vida en que las personas estaban solas. Uno es el momento en que morimos, el otro cuando nacemos.

Saber elegir los compañeros para el resto de la vida es importante, igual de importante que saber tratarlos y saber dejarlos ir

16 de agosto de 2006, 1:38  

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