OLIENDO YA A VIERNES

Ayer estuve viendo Factotum y me provocó una impresión distinta a cuando la vi en verano. Entonces me pareció 'mala, tirando a muy mala', pero ayer, no se, se quedó en 'normalita'. La tendré que ver una tercera por si sube hasta el nivel de 'decente'. Tal vez fuese porque era en versión original y los poemas quedan mejor recitados; o porque como ya sabía lo que venía me puse a fijarme en los detalles; o tal vez porque la vi durante los post-operatorios y andaba yo medio colocao con los colirios. Resumiendo, que el Matt Dillon no está tan mal en el papel de Hank, que Lili Taylor la verdad es que hace un papel bastante decente como Jan y que Marisa Tomei sigue estando muy bien. Por contra, no hacen ninguna referencia al comportamiento violento del padre de Bukowski durante su infancia, con lo que el encuentro en el 'hogar familiar' queda un poco cojo en cuanto a significado; no llegan a la muerte de Jan, momento importante en la vida de Hank; y alguna cosa más. Ayer se me hizo corta, sin embargo en verano me pareció demasiado larga. Y como los discos o los libros, las pelis no mejoran con el tiempo, será que eran ojos distintos los que la miraban.

Después, tirado en la cama, seguí con la lectura de 'Como un guante de seda forjado en hierro', comic surrealista de Daniel Clowes. Y en eso que iba yo devorando páginas cuando:

- ¿Cuál es la frecuencia, Kenneth?
- ¿Cuál es la frecuencia, Kenneth?

(...)

- What's the frequency, Kenneth?
- What's the frequency, Kenneth?

Que era la primera canción que aparecía en el Monster de REM. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Inspiró Daniel Clowes a los de Athens o estos a él? Y ante esa duda: búsqueda de respuestas. Y no, ni una cosa ni la otra. La auténtica razón está en... la Wikipedia.



Y otro día contaré los 101 motivos para odiar (o que no me pueda caer nunca bien la profesora de inglés de este año). Como adelanto: 1) a principios de curso era incapaz de recordar mi nombre 2) y ahora está empeñada en que me llamo Enrique.

- La siguiente, Enrique.
- Es que no me llamo Enrique.
- ¿Qué has dicho?
- Que no me llamo Enrique.
- Uy, perdona.