GALICIA
Primer destino: VIGO. Con letras mayúsculas. Y es que le tenía ganas a la ciudad origen de mis siempre venerados Siniestro Total.
Y que mejor que empezar el primer día, tras una vuelta por los sitios más importantes de la ciudad (o más), que encontrarnos en el puerto, en el Berbés, con el 'Kiosko Das Almas Perdidas'. Bar 24 horas destinado a dar de comer a los pescadores desde tiempos inmemoriales, ese lugar dónde los Siniestro se mamaban junto con Reixa y compañía. Fue de allí de donde volvían, cuando se pegaron la hostia con el coche en el puerto de Vigo, coche declarado siniestro total por la aseguradora y de ahí el nombre que sustituyó a 'Mari Cruz Soriano y los que afinan su piano'. Lugar donde cayó una ración de pulpo y otra de calamares -¡que vaya calamares, oiga! Aun sigo relamiéndome-.
Y por la noche en busca de bares. En la rúa Real encontramos una 'tasca' dónde se comía bueno y barato (no recuerdo el nombre). Allí cayeron chorizos, empanadas y pimientos de padrón (que se convirtieron en nuestra dieta durante el viaje). Todo regado con Estrella Galicia (que resulta que la de botella está buena) y albariño.
La zona de Churruca estaba un poco muerta por ser entre semana (supongo).
Lo único malo de Vigo es que... siempre se está subiendo. Que putas cuestas.
Y... dos muestras de arte (o algo así): la primera está en el puerto y no se como se llama (no hago los deberes). La segunda es 'El Sireno' y está en la Puerta del Sol (de Vigo), kilómetro cero de la ciudad olívica.
Segundo destino: BAIONA. En mayúsculas porque es donde más estuvimos. Alojados en el camping, junto a la playa Ladeira. Este fue el primer lugar del viejo continente en conocer la existencia del nuevo mundo. A su puerto arribó, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, la Carabela Pinta en marzo de 1493.
Es bastante turística. Se bebe barato ('zumitos' a 3,60 en 'Photo Cafe'). Pero no hay bares de rock.
Cosa que se solventa con 'O Refuxio D'Anton'. 'Tasca' donde la botella de Ribeiro sale a 3,5 y el pulpo vuela literalmente. Fuimos tres días y ya se había agotado. Más pimientos de padrón, empanada, chorizos, oreja y chocos. El bar estaba siempre hasta arriba. Y la calle.
Todos los días visita obligada a la playa. El sábado, en plan turísta 'no me muevo', ración doble.
En plan gastronómico barato, junto a 'O Refuxio...' hay una bocatería bastante barata, donde ponen unos bocatas cojonudos.
Para estar de tranqui no está mal el sitio. Y sirve como... digamos 'Cuartel general', para acercarse a otros sitios como Tui o A Guarda. Así que el viernes aprovechamos para hacer una visitilla a la frontera.
TUI. Ciudad origen de José Calvo Sotelo (¡que escalofrío!) y de Victor 'Coyote' Abundancia (¡Extraño corte de pelo!). Está bien pasear por sus calles medievales.
Y las vistas al Miño molan.
Pero... por los agujeros de bala que tiene la señal que señala el señor Txingurri, se las deben gastar finas por allí.
A GUARDA. La verdad es que en el pueblo estuvimos poco.
Subimos al monte Santa Tecla, que es donde está el castro celta y desde donde hay unas vistas a las desembocadura del Miño y las Islas Cíes tremendas.
Lo de los bocatas enormes y baratos debe ser tradición en Galicía, comimos en un bar antes de volver a Baiona y... puff, que 'peazo' bocata.
En fin, que volveré.
Y que mejor que empezar el primer día, tras una vuelta por los sitios más importantes de la ciudad (o más), que encontrarnos en el puerto, en el Berbés, con el 'Kiosko Das Almas Perdidas'. Bar 24 horas destinado a dar de comer a los pescadores desde tiempos inmemoriales, ese lugar dónde los Siniestro se mamaban junto con Reixa y compañía. Fue de allí de donde volvían, cuando se pegaron la hostia con el coche en el puerto de Vigo, coche declarado siniestro total por la aseguradora y de ahí el nombre que sustituyó a 'Mari Cruz Soriano y los que afinan su piano'. Lugar donde cayó una ración de pulpo y otra de calamares -¡que vaya calamares, oiga! Aun sigo relamiéndome-.
Y por la noche en busca de bares. En la rúa Real encontramos una 'tasca' dónde se comía bueno y barato (no recuerdo el nombre). Allí cayeron chorizos, empanadas y pimientos de padrón (que se convirtieron en nuestra dieta durante el viaje). Todo regado con Estrella Galicia (que resulta que la de botella está buena) y albariño.
La zona de Churruca estaba un poco muerta por ser entre semana (supongo).
Lo único malo de Vigo es que... siempre se está subiendo. Que putas cuestas.
Y... dos muestras de arte (o algo así): la primera está en el puerto y no se como se llama (no hago los deberes). La segunda es 'El Sireno' y está en la Puerta del Sol (de Vigo), kilómetro cero de la ciudad olívica.
Segundo destino: BAIONA. En mayúsculas porque es donde más estuvimos. Alojados en el camping, junto a la playa Ladeira. Este fue el primer lugar del viejo continente en conocer la existencia del nuevo mundo. A su puerto arribó, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, la Carabela Pinta en marzo de 1493.
Es bastante turística. Se bebe barato ('zumitos' a 3,60 en 'Photo Cafe'). Pero no hay bares de rock.
Cosa que se solventa con 'O Refuxio D'Anton'. 'Tasca' donde la botella de Ribeiro sale a 3,5 y el pulpo vuela literalmente. Fuimos tres días y ya se había agotado. Más pimientos de padrón, empanada, chorizos, oreja y chocos. El bar estaba siempre hasta arriba. Y la calle.
Todos los días visita obligada a la playa. El sábado, en plan turísta 'no me muevo', ración doble.
En plan gastronómico barato, junto a 'O Refuxio...' hay una bocatería bastante barata, donde ponen unos bocatas cojonudos.
Para estar de tranqui no está mal el sitio. Y sirve como... digamos 'Cuartel general', para acercarse a otros sitios como Tui o A Guarda. Así que el viernes aprovechamos para hacer una visitilla a la frontera.
TUI. Ciudad origen de José Calvo Sotelo (¡que escalofrío!) y de Victor 'Coyote' Abundancia (¡Extraño corte de pelo!). Está bien pasear por sus calles medievales.
Y las vistas al Miño molan.
Pero... por los agujeros de bala que tiene la señal que señala el señor Txingurri, se las deben gastar finas por allí.
A GUARDA. La verdad es que en el pueblo estuvimos poco.
Subimos al monte Santa Tecla, que es donde está el castro celta y desde donde hay unas vistas a las desembocadura del Miño y las Islas Cíes tremendas.
Lo de los bocatas enormes y baratos debe ser tradición en Galicía, comimos en un bar antes de volver a Baiona y... puff, que 'peazo' bocata.
En fin, que volveré.
3 Comentarios de propios y extraños:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
si es que lo mejor de españa está en el norte, y eso que no te fuiste más a la derecha y visitaste mi tierra que no tendremos albariño pero escanciamos una sidra que te mueres
mmmm, sidra...
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