UN VIAJE POR PARTES (IV)

Cada día que pasa lo tengo menos reciente y es más difícil no plantar directamente las fotos y ahorrarse el comentario. Aún me salva mi libreta de viaje(s). Aunque muchas veces en ella no haya más que datos.

Era lunes, Ángel tenía que coger el avión por la tarde y decidimos ir a Lille. Aparcamos en el campus universitario de las afueras y desde allí nos desplazamos en metro al centro de la ciudad. Los niños-lagarto, que nos encontramos nada más salir de la estación de metro, son parte de los actos por el no-se-cuánto aniversario de la capitalidad europea de la cultura.

Mola Lille. Te puedes encontrar desde un café-tienda de cómics, especialmente lleno de parafernalia de cómics franco-belgas: Tintín, Corto Maltés, Spirou, etc. No para todos los bolsillos...


... a un zoológico gratuito en los límites de la antigua ciudadela.


Dimos unas vueltas hasta la hora de comer -en un Kebab- y volvimos al coche, con -en teoría- suficiente tiempo como para dejar a Ángel en el aeropuerto de Charleroie...


Pero nadie había previsto la maravillosa señalización de las carreteras belgas, el atasco en Mons, no encontrar más sálida que una carretera secundaria, la también maravillosa señalización de la carretera de circunvalación de Charleroie y un par de cosas más, que hizo que llegasemos a menos cuarto, cuando el embarque para el vuelo a Madrid ya había sido cerrado.


Tras cambiar el billete para el siguiente día -broma que le costó 100 pavazos- fuimos a... redoble de tambores... Mons. Está vez cambiamos cervecería por lata de cerveza en el parque que fuera antaño sinagoga; y rematamos en una tetería fumándonos una shisha y bebiéndonos un té verde con menta.


Todas las fotos son de Lille. La frase del día fue: "Apoyo la moción". To be continued.