EL DOCTOR EN TEATRO

Se mueven cómodos en esos territorios cercanos al cabaret. Francis se desliza pasillo arriba y pasillo abajo y al final todo el mundo acaba en pie coreando algún que otro clasicazo que no podía faltar. Me esperaba algo menos después del último disco, pero lo cierto es que los temas ganan en directo y ellos siguen portando con orgullo el nombre de Doctor Deseo. Acompañados esta vez por una corista y un saxofonista -o clarinetista cuando la ocasión lo requiere-, reparten casi 2 horas y media de espectáculo con intermedio de quince minutos, que para eso estamos en un teatro, el Arteria Coliseum. Y sonó genial. Y ellos estuvieron inmensos. Y el señor Francis nos sigue arrancando las penas con la precisión de un afilado bisturí en manos del Doctor.