lunes, 18 de febrero de 2013

LA M*** HAMBURGUESA DE POLLO CAJÚN

Últimamente me he aficionado a dos cosas relacionadas con el noble arte de cocinar y zampar: una es el blog del televisivo y orondo cocinero David de Jorge, Robin Food, ya sabéis ¡Viva Rusia!; y la otra es el programa "Man v. Food" -aquí traducido como "Crónicas Carnívoras" y emitido vía TDT en ¿Energy?-, donde Adam Richman recorre los USA de costa a costa en busca de los retos gastronómicos más imposibles y de paso presenta "pequeñas" y suculentas piezas culinarias Made in América. Aparte de ir apuntándome un par de recetas para hacer algún viernes por la noche; saber de la existencia de los pimientos habaneros, los más picantes del mundo, equivalentes cada uno a 50 jalapeños y que requieren del uso de guantes porque pueden quemar la piel; he aprendido algún truco -como tapar la loncha de queso una vez depositada sobre la carne para que se funda al vapor y no se quede duro, sino cremoso-. Y en esas estábamos, que tenía hambre, un pan de hamburguesa, un filete de pechuga de pollo y algo de mezcla de especias cajún, así que... me he visto obligado a hacerme lo que he denominado como "La motherfucking hamburguesa de pollo cajún".

Ingredientes:
1 filete de pechuga de pollo
Lechuga
1 tomate
Media cebolla
1 pimiento verde italiano
1 loncha de queso
Especias cajún
Aceite de oliva
Pan de hamburguesa
Mayonesa, ketchup, mostaza... al gusto del consumidor

Básicamente: se corta en juliana la cebolla, el pimiento y la lechuga; el tomate en rodajas; y la carne en tiras de 1 centímetro de grosor. Se pone a freír la cebolla con el pimiento en aceite de oliva y una vez pochados, se retira y reserva. A las rodajas de tomate también les damos una vuelta y vuelta en el fuego. Mientras, ponemos los panecillos en la tostadora y espolvoreamos con abundante mezcla cajún las tiras de pollo, que freiremos a fuego fuerte. Una vez el pollo este hecho, lo juntamos todo en un área de la sarten y depositamos sobre él una loncha de queso -a gusto del consumidor, yo prefiero cheddar, pero no tenía en esta ocasión- y tapamos con una tapa de olla o similar, de forma que se concentre el vapor. Una vez hecho esto... solo nos queda montar. Untamos las rebanadas con nuestro mejunje favorito -en este caso pasé de la mostaza-, y vamos depositando las capas de lechuga, tomate, pimiento y cebolla y la carnaza. Y c'est voilà, una hamburguesa de pollo a consumir preferiblemente con música de fondo tal como... Clifton Chenier y este clásico de la música cajún "Les haricots sont pas salés".

La motherfucking hamburguesa de pollo cajún.




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