MARTES, DESPUÉS DE NAVIDAD

Dicen que es el nuevo cine rumano. Y hasta ayer me pensaba que era del mismo director que "4 meses, 3 semanas, 2 días" -peli bastante más interesante-, pero no, esta no está dirigida por Mungiu, sino por Radu Muntean -esas conexiones absurdas-. La sinopsis... bueno, tenemos a Paul, un cuarentón casado y con una hija, que le está poniendo los cuernos a su mujer con la joven dentista a la que lleva a su hija a que le hagan la ortodoncia. Dirán ustedes, ¿qué más? Bueno, es que no hay más... salvo el final previsible -que tampoco es que ahonde mucho en las consecuencias para los personajes-. La película es eso: minutos y minutos de planos fijos, conversaciones del día a día. Hay quien lo define como el encanto de lo cotidiano... Yo lo llamo "tengo pasta para gastar en 90 minutos de metraje, pero mi idea es un poco escasa y voy a ver si lo hago colar como que soy el Balzac del nuevo cine rumano -o mundial- y cuela como obra maestra toda esta conversación eterna, eterna, eterna, eterna, eterna, eterna...". Por cierto, que el martes no llega nunca.