COGE LA TABLA

Todo se reduce al rock. Mientra haya rock uno es feliz. Porque, ¿qué es el amor comparado con el sonido de dos Stratocaster -Fender- percutiendo tus tímpanos a descargas de surf? Nada, creedme, ayer fui testigo y hoy estoy iluminado. Aunque me haya tirado más de media tarde vegetando en la cama... ¡estoy iluminado!

Y todas las noches deberían empezar con un bus dirección Madrid. Ronda de cañas antes de dejarse caer por la sala, esta vez -otra- en El Sol. "Entradas agotadas" reza un cartel pegado con celo sobre la puerta metálica. No abren hasta las 11 y el concierto empieza tarde. No importa. Porque cuando aparecen Los Coronas sobre el escenario y empiezan a tocar, un tsunami de sonido nos barre -este post se está yendo de madre-. Y es que los Coronas son mucho Coronas con Fernando Pardo y David Krahe exprimiendo todo el sonido surf que tienen sus Strato; el Vacas al bajo, pluriempleado de la música para nuestro deleite; el Loza a la batería, cómo le pega el tío, jodidamente bueno; y Evgeni Riechkalov, ucraniano, a la trompeta.

Y... una imagen vale más que mil palabras... así que ocho imagenes, más que ocho mil palabra... o esto es una excusa barata para dejar de escribir y seguir durmiendo.