Esto lo iba a colgar anoche. Pero justo cuando le iba a dar a publicar... apagaron el proxy del hotel y me quedé sin red...
20: 15. Hace 20 minutos que he llegado al hotel y todavía estoy reponiéndome. Si veis la habitación: lo flipáis. Doble porque ya no quedaban individuales y… es enorme. Tiene tele, telefono, dos sillas con una mesa (para tomarse los cubatas, supongo), un escritorio, baño y ducha, UNA CAMA DOBLE, y otra supletoria (¿?). La hostia. Paga la Uni.
El viaje mejor de lo esperado. La típica espera eterna en Barajas, esta vez Terminal 2. En el avión a Copenhague me ha tocado al lado un alemán (creo), que no hacia más que moverse y mover todos los asientos de la fila (mal rollo, se aburría y como todo el mundo sabe un alemán aburrido es peligroso). En el Aeropuerto de Copenhague vueltas como un pato mareado buscando la parada del autobús gratuito a la Terminal 1. Estaba en la calle. Soplaba un viento de pelotas y chispeaba. Pero al final he conseguido llegar al embarque del avión a Aalborg con tiempo de sobra. Más espera. Y de allí con un poco de turbulencias hasta aquí. Y si en Copenhague soplaba… en Aalborg ya ni te cuento, la maleta se ha volcado un par de veces hasta que ha llegado el autobús (porque no me la han perdido, ¡yuju!). Del Aeropuerto a la John F. Kennedy Plads (Vaya, me encuentro con viejos amigos) y una vez ubicado para mañana ir a la Universidad de ahí he tirado para el hotel.
23:51 Me he ido a hacer un reconocimiento de la ciudad y la verdad es que está bien, aunque a eso de las diez ya no había mucho movimiento. He cenado un kebab (pero a la danesa, que saben distintos) con cerveza y luego he hecho reconocimiento de bares. He encontrado la Student Haus, me dijo Santi que me pasase por allí el miércoles que la cerveza es barata y la fiesta está allí. Así que na, mañana probaremos. Muchas danesas por ahí, es lo que tiene Dinamarca. Y mogollón de bicicletas. Y rubias sobre bicicletas. Y alguna morena. Y… que mañana me toca madrugar.
Al final ha sido una noche de mierda. Despertándome cada dos por tres. Así que a las 7 de la mañana me he bajado hecho polvo a desayunar. Vaya desayunos se marcan por aquí. Y de allí a la Uni, que entre las charlas y las puñeteras clases prácticas se ha ido el día.
Y esta noche a la Student House a tomarse una cervecilla.