SEXO, TERNURA Y MISTERIO

El jueves llegué a casa y ahí estaba, sobre el escritorio, un paquete amarillo.

- ¡Oh, sí! -"Acht!" en polaco, por cierto. Los de las guías de viaje te enseñan a gemir, por si las moscas. O tal vez sea para que en un momento de pasión y arrebato intercambiando costumbres, tradiciones y flujos con una bella polaca, no confundas un "Para gilipollas, que me haces daño" con un "¡Oh, sí, sí, sí, más duro!" y... comiences un conflicto internacional.

Lo abrí y saqué los tres discos que había pedido de Doctor Deseo -uno aprovecha para ir completando discografías.

Apareció mi madre.

- ¿Qué era lo que venía en el paquete? Que el cartero estaba medio mosqueado porque venía desde el País Vasco -(¿!).

- Discos. Los pido a una especie de fnac a la vasca, que es el único sitio donde puedo encontrar toda la discografía de Doctor Deseo - Elkar, está muy bien para conseguir cierto material. Fue en el único sitio donde encontré el Sesión Vermú en CD de Siniestro, que ya pensaba que estaba descatalogado y que me iba a tocar pedirlo vía Amazon a Nueva York.

Y... esto es lo que parece que provocó la censura por parte de los fabricantes de discos de Austria:

La obra se llama "Rotterdam" y es de John Currin. La portada del disco es "El sueño" de Gustave Coubert. El libreto es... muy bueno. Cada letra lleva al lado una obra de arte retocada ('Las tres gracias', uno de Frida Kahlo...). Se lo han currado. Es con cosas como esta cuando a uno no le importa pagar 14 o 15 euros por un disco.

Y el disco... En la primera escucha no me convenció. Sólo le encontraba gracia al single. Pero uno es perro viejo y ya me pasó con el Policlínico Miserable de Siniestro en su momento: al principio no me gustaba un carajo y con el paso del tiempo y las escuchas se terminó convirtiendo en mi disco preferido -discos difíciles de escuchar al principio por lo densos que son-. Así que llevo todo el finde con los Doc sonando fuerte, una y otra vez y... salvo un par de canciones, ya les he ido cogiendo el gusto a casi todas. Suena distinto al 'Detrás de los espejos rotos'. En las letras tal vez haya menos mala baba, que ha sido sustituida por algo más de intimismo y mensajes para huir de la autocomplacencia -¡y de sexo!-. Me está gustando.